Se espera que este tomate, que obtiene su hermoso color púrpura de los arándanos, se venda en las tiendas de comestibles de los Estados Unidos a finales de año.
Los arándanos son muy ricos en antioxidantes. Los pigmentos que dan color a los arándanos provienen de las antocianinas. Estos compuestos antiinflamatorios fortalecen el sistema inmunológico y combaten virus y gérmenes, ayudando a proteger el cuerpo contra el cáncer y otras enfermedades.
Según The New York Times Magazine, los tomates tienen más de 30 000 genes y algunos producen antocianinas de forma natural. Sin embargo, la cantidad de esta antocianina producida es menor que la producida por un arándano. Aunque algunas variedades de tomate producen antocianinas, esta cantidad es menor que la de los arándanos.
La genetista británica Cathie Martin agregó dos genes a los tomates tradicionales, activando la producción natural de antocianina púrpura de los tomates, lo que dio como resultado un súper tomate con el doble de antioxidantes que los arándanos.
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En pruebas de laboratorio se observó que los ratones que consumían tomates morados vivían un 30% más que los ratones que no lo hacían.
Esta modificación genética se puede añadir a diferentes variedades de tomate para producir, por ejemplo, tomates cherry morados. Tal vez incluso podamos ver un ketchup morado en nuestras mesas pronto.
Estos tomates, que tienen el doble de antioxidantes que los arándanos, tienen una vida útil de más del doble que los tomates convencionales.
Debido a su larga durabilidad, los tomates morados, que no se echan a perder fácilmente, también son respetuosos con el medio ambiente porque reducen el desperdicio de alimentos.
Se espera que los tomates estén disponibles en los mercados estadounidenses a finales de año.